Duelo
El duelo es definido como una experiencia de dolor, lástima, aflicción o resentimiento que se manifiesta de diferentes maneras, con ocasión de la pérdida de algo o de alguien con valor significativo (Bermejo, 2005). Existen varios tipos de duelos, como los duelos evolutivos, cuando dejamos de ser niños para ser adolescentes o adolescentes para emanciparnos. También existen duelos afectivos, como lo son las separaciones, los divorcios o el fallecimiento de seres queridos. Los duelos sociales, tales como desempleo o jubilación, también son muy significativos. Por último, y no menos importantes, se encuentran los duelos personales, como la llegada del envejecimiento, la menopausia, desapego o enfermedades.
Negación, ira, pacto, depresión y, por fin, la aceptación, son las fases normales de un duelo sano.
El duelo es un proceso compuesto por estas cinco fases que no necesariamente suceden en el orden descrito. Tampoco todas las personas pasan por todas la fases.
Además, existen variaciones cronológicas del duelo, es decir, éste se presenta en momentos anteriores o posteriores a lo esperado como el duelo tardío, latente o temprano.
Las manifestaciones del duelo no son universales o generalizables, sino que vienen mediadas por la cultura, es decir, del aprendizaje.